Cómo llevar un estilo de vida saludable
Llega el momento de revisar la lista de los propósitos de Año Nuevo y elegir con el que vamos a estrenar este 2017. ¿Uno de los más fáciles? Llevar un estilo de vida saludable.
Mucha gente confunde llevar un estilo de vida saludable con un estilo de vida lleno de privaciones y narcisista, pero en realidad se trata simplemente de vivir mejor.
Cómo llevar un estilo de vida saludable
Es una filosofía de vida, de querer llevar una vida más plena y consciente de uno mismo con un buen equilibrio emocional y físico. Y no, no consiste en ser un monje budista. Con un poco de coordinación y un poco de sentido común podemos mejorar nuestra calidad de vida mucho más de lo que pensamos.
El primer paso es separar mente y cuerpo. Aunque debemos concebirlos como una única cosa, un solo bloque unido que debe estar compensado para funcionar correctamente, cada parte necesitará un trabajo determinado y distinto. Eso sí, es fundamental que vayan en la misma dirección.
Empezaremos por el cuerpo porque es el más sencillo de trabajar. Si lo imaginamos como una máquina, lo primero que necesita es un buen combustible. Sin la alimentación adecuada, nuestro cuerpo no puede funcionar bien. |
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Sin embargo, una dieta equilibrada no está compuesta sólo por lechuga y hojas verdes sino que incluye alimentos de todos los grupos nutricionales, incluidos los hidratos de carbono. Frutas y verduras son importantes, pero también lo son el pan, los cereales, la carne y el pescado. ¡No te olvides de ninguno! Una dieta descompensada es origen y causa de muchas enfermedades. Busca asesoramiento si no sabes por dónde empezar.
Relacionado con la comida encontramos la importancia de una correcta hidratación. Es un punto que mucha gente suele pasar por alto, pero hacerlo es un error de principiante. Si no nos hidratamos correctamente, se resentirá todo nuestro cuerpo.
Desde los tendones y las articulaciones hasta la piel, nada puede funcionar sin agua. Lo ideal: beber de 2 a 3 litros de agua diarios. Siguiendo con la metáfora de la máquina, así nos aseguramos de mantener las juntas engrasadas.
Por último, para que nuestra máquina no se oxide tenemos que mantenerla en movimiento. No hace falta quemar el motor, pero sí encenderla de vez en cuando. El ejercicio moderado es clave en el bienestar corporal porque previene las lesiones derivadas del sedentario estilo de vida característico de hoy día.
Además, el deporte mueve el corazón. ¿Es necesario que recordemos la importancia de que nuestro órgano principal funcione correctamente el mayor número de años posible? El ejercicio cardiovascular nos permite oxigenar los pulmones y mantener nuestro corazón activo, por lo que suele ser el punto de partida ideal para aquellos que retoman la vida activa después de mucho tiempo.
¿Quieres unir mente y cuerpo? Ejercicios como el yoga o pilates te obligan a reconectar ambas áreas. ¿Cómo? Mediante la respiración y la concentración. Estas disciplinas deportivas te obligan a estar pendientes de cada movimiento y de cada parte del cuerpo que estés trabajando en ese momento.
El control de la respiración también es un punto importante en ambas, por lo que la mente se despeja de preocupaciones mientras el cuerpo trabaja con ejercicio anaeróbico (sí, anaeróbico, es decir, de tonificación de la musculatura. En este caso, tonificación ligera).
Visto así, mantener un estilo de vida saludable es mucho más sencillo de lo que podría parecer en un primer momento. Es hacer lo mismo que hacemos pero prestando un poco más de atención al detalle, mejorando un poco aspectos del día a día a los que habitualmente no les prestamos tanta atención. ¿Te animas a tachar este propósito de tu lista?