Comer para sentirte mejor
Somos lo que comemos, una gran verdad que a veces no comprendemos del todo. El refranero popular tiene más razón de lo que podríamos esperar en un primer momento porque los nutrientes que recibimos a través de la alimentación marcan el ritmo de nuestro cuerpo.
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Cuando pensamos en comida que nos haga sentir mejor pensamos antes en una pizza o en un cruasán de chocolate que en una manzana. Sin embargo, la ciencia nos demuestra una vez más que los alimentos fast-food consiguen, precisamente, el efecto contrario al que buscamos.
Aquí no hablamos de comer para ser más felices en el momento sino de alimentos que contribuyen a mantener un buen estado de ánimo de forma general. Comer bien y sentirse mejor también va mucho más allá de hacer digestiones pesadas o querer perder peso.
Una alimentación equilibrada nos ayuda a mantener un buen estado de ánimo de forma general, aumenta nuestra autoestima y nuestro nivel de energía.
Entre la lista de alimentos a evitar si queremos mejorar nuestro humor, a la cabeza tenemos la bollería y la repostería industrial. Estos alimentos son ricos en grasas saturadas y suben el nivel de azúcar en sangre, algo que puede provocar ansiedad y cambios de humor.
En general, los alimentos grasos como el queso o los embutidos tampoco son muy recomendables porque su ingesta aumenta la producción de adrenalina en el organismo. Moderar su consumo es importante para mantener nuestros niveles dentro de un rango óptimo.
Por supuesto, los estimulantes comoel café, el té, el alcohol o los refrescos carbonatados tendremos que consumirlos con moderación porque son estimulantes del sistema nervioso y pueden producir problemas tan variados como insomnio, estrés o cambios de humor.
Por el contrario, para sentirnos mejor con nosotros mismos y mantener un nivel óptimo de energía deberemos potenciar el consumo de otro tipo de alimentos más equilibrados nutricionalmente hablando.
Diversos estudios demuestran que la deficiencia en ácidos grasos Omega 3 están relacionados con problemas de depresión y de salud mental. El Omega 3 podremos encontrarlo fácilmente en los frutos secos y las semillas como la chía.
En general, cualquier alimento rico en hidratos de carbono lentos como la avena o el arroz integral serán buenos para mantener un nivel de energía estable y, con él, el buen humor durante toda una jornada de trabajo.
De entre la rica variedad de frutas y verduras a nuestra disposición, la manzana y el plátano son dos de las más recurrentes por su versatilidad. Ambas son dos fuentes únicas de energía, el compañero perfecto en la oficina como tentempié de media mañana o media tarde.
Las fresas también son otra de nuestras grandes aliadas. Esta fruta es extraordinariamente rica en vitamina C, un protector natural de las endorfinas que ayudan a mejorar nuestro humor y nuestro estado de ánimo.
Algunas verduras de hoja verde, como la acelga, son ricas en magnesio. Los alimentos ricos en magnesio ayudan a reducir el riesgo de depresión. También es recomendable contar con alimentos ricos en triptófanos, como los espárragos trigueros, porque sirven como base para la creación de serotonina, responsable de la sensación de bienestar en nuestro estado de ánimo.
Por último, el más importante de todos: el chocolate. Cada día salen más estudios que demuestran las grandes propiedades de este alimento. Desde evitar deterioros cognitivos gracias a su composición rica en flavonoides, hasta reducir el riesgo de fibrilación auricular, el chocolate es bueno para prácticamente todo. Eso sí, ¡que sea negro! En el momento en que le añadimos azúcar perdemos gran parte de su valor como regulador del estado de ánimo.
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