Alinea mente y cuerpo
El ejercicio físico tiene unos beneficios directos indudables para nuestro organismo. En cuanto empezamos a movernos, nuestro cuerpo responde aumentando la energía y la vitalidad a pesar del cansancio físico, resultando en una mejora del estado de ánimo y psicológico en general.
Sin embargo, existen una serie de disciplinas que ponen el foco en la relación entre la mente y el cuerpo, buscando potenciar los beneficios espirituales derivados del deporte. Mens sana in corpore sano en su máxima expresión.
Pilates, Yoga, Body Balance y Mindfulness
Hablamos de Pilates, Yoga, Body Balance y Mindfulness, cuatro disciplinas que utilizan el cuerpo como herramienta para mejorar nuestro equilibrio anímico.
Aunque cada una de ellas tiene sus características propias que las diferencian de las demás, las cuatro han demostrado ser especialmente útiles para liberar el estrés y aprender a focalizar la energía.
Body Balance
De todas, Body Balance es la más completa porque aúna características de las demás. Una sesión de Body Balance incluye movimientos de Yoga, de Pilates y trabajo en exclusiva de la zona core, el área del cuerpo de cuya fortaleza depende nuestro bienestar.
Una clase de iniciación al Body Balance puede permitir descubrir un poco de cada una de estas disciplinas y progresar, poco a poco, en cada una de ellas. Como contrapartida, el nivel de profundidad que se alcanza en cada una de ellas es inferior al que podría conseguirse en las clases dedicadas en exclusiva.
Yoga y Pilates
Yoga y Pilates nacen de los mismos principios y de las mismas ideas. Estirar y trabajar los pequeños grupos musculares internos que normalmente se ignoran en otras disciplinas es clave para estas disciplinas.
Con origen en la filosofía oriental una y en la gimnasia europea la otra, ambas consiguen por caminos distintos beneficios similares. Tanto Yoga como Pilates contribuyen a mejorar la postura corporal, siendo dos aliadas imprescindibles en la lucha por la mejora de la higiene postural tan en boga hoy en día.
Además, mejoran la flexibilidad, la elasticidad, el equilibrio y la coordinación. La propiocepción, es decir, la capacidad de comprender y mover el propio cuerpo en el espacio, también es otras de las grandes áreas que salen beneficias con la práctica habitual de Yoga y de Pilates.
Por si fuera poco, tanto el Yoga como Pilates aumentan la capacidad de resistencia de quienes lo practican al mismo tiempo que van tonificando ligeramente los diferentes grupos musculares. Gracias a esto, se consigue el tipo de cuerpo esbelto y definido tan característico entre quienes practican Yoga y Pilates de forma habitual.
Mindfulness
Mindfulness es quizás las más diferente de esta selección. Su trabajo, más orientado y más cercano al campo de la psicología y la meditación, pone el énfasis en la reflexión y en conseguir la calma.
Estas disciplinas, cada una a su manera, nos ayudan a conocernos mejor a nosotros mismos gracias al trabajo de introspección que se realiza durante las sesiones. Una práctica frecuente ayudará a mejorar la concentración y la estabilidad emocional y, sobre todo, dejan al finalizar la sesión una sensación de paz tan liberadora que no hace falta otro reclamo para volver.
Cualquiera de estas disciplinas consiguen su propósito: alinear el trabajo del cuerpo y de la mente para lograr una vida más plena y más completa, más rica en sus matices y más consciente de la importancia del momento presente, el único que tenemos.