Cómo saltarse la dieta sin arrepentimientos
Todos caemos. A veces comer bien es un ejercicio de voluntad imposible cuando salimos fuera con nuestros amigos, pero no debemos fustigarnos por eso.
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Aprender a mantener el equilibrio y el control cuando se trata de nuestra alimentación es importante para no tirar por completo la toalla. O dicho de otra forma, no pasa nada si te saltas la dieta porque siempre podrás corregirlo.
Aprender a mantener el equilibrio y el control cuando se trata de nuestra alimentación es importante
La obsesión por la vida sana puede llevarnos a veces a extremos que no son necesarios porque pueden dañar nuestra vida social e incluso pueden llevarnos al cansancio y al aburrimiento. Hablamos con nuestra nutricionista, Mariavi, para que nos enseñe unas pautas que nos permitan alcanzar ese equilibrio.
Porque sí. Porque podemos hacer dieta e ir a McDonald’s. “Desde luego que un restaurante de comida rápida no es precisamente el estándar de comida saludable, ya no tanto por los ingredientes sino por la técnica de cocinado de los mismos”, explica Mariavi.
“Lo habitual en estos lugares es consumir una hamburguesa (que si no especificas la ponen extra-grande), patatas fritas con salsas o ketchup y refresco azucarado. Esto podríamos considerarlo como lo más básico...pero también por poco precio más podemos añadir muchos más complementos como aros de "cebolla" rebozados, helados de nata…”. Mariavi se detiene antes de que nos entre hambre.
“No necesariamente estamos condenados cuando ponemos un pie dentro de un establecimiento de comida rápida”, nos tranquiliza esta experta en nutrición. “
Lo más importante es no dejarse llevar por el impulso y saber qué queremos comer.
Por ejemplo, podemos pedirnos una hamburguesa sin salsas, con doble de carne y menos pan, en vez de patatas fritas, ensalada y de bebida agua… Otra opción sería eliminar las salsas de yogur de los kebab o comer esa carne en plato en vez de en roll y… ¡Ya lo tenemos!”. Mariavi nos recuerda lo que en el fondo ya sabemos: somos lo que elegimos hacer cada día.
A menudo asociamos llevar una vida sana con privarnos de todo lo que nos guste. “Pero si el cuerpo te pide dulce…¡Dáselo! Eso sí, de calidad. En mi forma de ver la nutrición no hay alimentos buenos ni malos, ni las cosas se hacen bien o mal, es todo un proceso de aprendizaje para estar a gusto nosotros mismos.
No debemos sentirnos culpables si tomamos chocolate, pero sí hay que controlar las cantidades: no es lo mismo una onza de chocolate puro (que tiene propiedades antioxidantes) que algo de bollería industrial, por ejemplo. Si necesitamos azúcar podemos conseguirla de distintos alimentos algo más saludables, por ejemplo, las manzanas asadas aportan dulzor, la fruta deshidratada…”.
Siempre hay una opción saludable a nuestro alcance.
En cualquier caso, no debemos torturarnos si no cumplimos a rajatabla el plan. “No creo que saltarse la dieta sea delito, pero sí hay que pensar el esfuerzo que se está haciendo para conseguir los objetivos marcados. De manera que si estas en un restaurante y no tienes a tu alcance lo pautado ese día, te recomiendo que te fijes en la opción más saludable y menos calórica, siguiendo siempre las recomendaciones del plato de Harvard. Y por supuesto, bebe agua y toma fruta de postre”, recuerda nuestra experta en dietética.
Al final el mejor aliado de nuestro estómago es la cabeza. Equilibrar lo que comemos dentro de las opciones a nuestro alcance es mucho mejor que compensar. “Bueno, eso de que las gallinas que entran por las que salen… Creo que no se debe hacer ejercicio para compensar los excesos, sino que el trabajo en el gimnasio tiene que pasar, junto con la alimentación a formar parte de un estilo de vida.
He oído muchas veces aquello de "me voy de comilona y luego me machaco en el gimnasio”... No creo que deba ser así. Puedes salir a comer con moderación con familia y amigos, pues la comida debe ser un acto social, y trabajar el cuerpo para sentirte bien contigo mismo, pero no para compensar, eso sería un error”.
Aprender hábitos saludables y mantenerlos, ese es el secreto de la nutrición y el bienestar físicos.
La comida y el deporte son parte de un estilo de vida saludable, cierto, pero también son una fuente importante de felicidad. Disfrutar de la comida sin agobios es posible si prestamos un poco de atención a lo que comemos y recordamos que, después de todo, estamos haciendo un gran trabajo cada día.