CÓMO CUIDAR LA ROPA DEPORTIVA
La moda deportiva ha cambiado mucho durante los últimos años. Lejos quedaron los tiempos de ir a entrenar con la primera camiseta de propaganda que pilláramos por casa y unos pantalones de chándal viejos.
Sin que sea necesario vestir de gala o de marca, la ropa deportiva hoy en día está diseñada para que transpire mejor, para absorber bien el sudor y para evitar roces y heridas. Además, no sólo nos protege mejor sino que nos viste mejor: el diseño deportivo de hoy en día es práctico, cómodo y estético.
la ropa deportiva hoy en día está diseñada para que transpire mejor, para absorber bien el sudor y para evitar roces y heridas
Sin embargo, esto implica que hay que cuidarla mejor. Los días de meter la ropa de deporte sudada en la bolsa sin más han quedado atrás. Si no queremos que se eche a perder para siempre nuestra camiseta nueva en dos lavados tendremos que seguir unas pautas.
Pautas para no estropear la ropa deportiva
Lo primero, cuidado al guardar la ropa sudada en la bolsa de deporte. Meterla sin más y que se mezcle con el resto de cosas que solemos llevar en nuestra mochila es un error (zapatillas, cartera, cascos, botella de agua…). Procura llevar una bolsa más pequeña dentro de la mochila para separar la ropa sudada de todo lo demás. Si te duchas en el gimnasio, las chanclas de la ducha también deben tener su bolsa impermeable aparte. Créenos, lo agradecerás.
Recuerda sacar la ropa sudada de la bolsa nada más llegar a casa. Si la ropa permanece varios días lo normal será que le salga moho (sí, moho), mucho más difícil de erradicar por completo de la ropa de lo que podemos pensar en un primer momento.
La ropa deportiva suele tener colores intensos. Aunque son fibras sintéticas y es raro que destiñan, sí que es buena idea lavar con otras prendas resistentes de colores similares para evitarnos sustos. Además, es conveniente agrupar la ropa según el tipo de tejido, porque así podremos elegir el programa de lavado que mejor se adapte.
Los programas de lavado varían de una lavadora a otra, pero por lo general siempre se puede elegir temperatura. Nuestra recomendación es que la laves con agua fría. La ropa deportiva no suele presentar manchas difíciles y sólo se lava para eliminar el sudor corporal. El agua fría basta para eso. Con un buen detergente y un suavizante apropiado, un lavado corto con agua fría para ropa sintética es bastante para que esté limpia y disponible para nuestro siguiente entrenamiento.
Ten en cuenta que cuando más sufre la ropa es en el centrifugado. Depende de la lavadora, este momento puede ser catastrófico para la ropa más delicada.
Un truco fácil y barato es utilizar una bolsa de red para lavar dentro de ella las prendas más delicadas que tengamos, por ejemplo, los leggins con transparencias que tanto se llevan hoy en día. ¡Cuidado con los enganches y los cierres! En especial, los sujetadores deportivos y todo lo que lleve algún tipo de broche debería ir en la redecilla para evitar desgarros en el resto de la colada.
un truco fácil y barato es utilizar una bolsa de red para lavar dentro de ella las prendas más delicadas
Y recuerda: sigue siempre las instrucciones de lavado. Las etiquetas kilométricas que ponen en la ropa no está de adorno sino que sirven para algo. En concreto, para indicarte cómo tienes que lavar la ropa para que no se deteriore antes de tiempo.
Por último, procura tenderla en la primera hora después de que termine el lavado. Tender la ropa nada más terminar la lavadora es el truco más antiguo del mundo para evitar, en la medida de lo posible, arrugas. Utiliza perchas para las camisetas y así no estirarás los picos, deformándolas por completo. El mejor secado será siempre el natural, al aire libre.