¿DEPORTE AL AIRE LIBRE? SÍ, CON PROTECCIÓN SOLAR
Hacer deporte al aire libre es una de las mejores cosas del verano. Sentir la brisa del mar mientras hacemos surf o vela, correr a última hora de la tarde por el paso marítimo, aprovechar los largos días de sol para hacer una jornada de senderismo. Hay tantas opciones como ganas tengas, pero hay una cosa que no debes olvidar: el sol no es tu amigo.
A veces parece que si no vamos a la playa nos olvidamos del protector solar. Sin embargo, los expertos nos recuerdan constantemente que solo con estar en la calle en pleno verano ya estamos exponiendo nuestra piel a los rayos del sol.
La queja de los deportistas es siempre la misma: sudor y crema es mala combinación. En la cara, el sudor hace que la piel exude la crema y caiga en los ojos. En el resto del cuerpo, forma una película grasienta y pegajosa que favorece la aparición de rozaduras y quemazones.
A la hora de elegir tu protector solar deberás tener en cuenta varios aspectos: el factor de protección, la resistencia al agua, el nivel de absorción y a qué tipo de piel está destinada (seca, sensible, mixta, grasa). Además, es recomendable buscar cremas que estén especialmente diseñadas para la práctica deportiva porque, por lo general, habrán tenido en cuenta todos estos factores en su elaboración.
Los laboratorios han tomado nota y han sacado nuevas gamas de protectores solares compatibles con el deporte y el sudor. El formato de aplicación, en crema, stick, spray o incluso en polvo, no afecta al nivel de protección. Bien aplicadas, todas son válidas aunque la comodidad de la aplicación puede inclinar la balanza por una o por otra.
Por ejemplo, la crema tradicional es la mejor para aplicarla en casa junto con la crema en spray. Pero para llevarla encima y reaplicarla cuando haga falta será más cómodo el formato stick o el spray.
La piel de la cara y la del cuerpo son diferentes, por lo que tendrás que elegir una para cada zona. En la cara no es recomendable utilizar una crema con una protección menor de 50 en verano, mientras que en el resto del cuerpo podremos jugar con los factores de protección dependiendo de nuestro fototipo.
¿Qué es el fototipo? El fototipo es la forma de clasificar las pieles según la melanina que produce. Dicho de otra forma, no necesitará la misma protección una piel clara que una piel morena.
Hoy en día en cualquier farmacia encontrarás una guía de fototipos para elegir la crema solar que mejor se adapte a tus necesidades. Por lo general, una piel clara necesitará una protección mayor que una piel oscura. En algunos casos, cuando el pelo es demasiado rubio, es posible necesitar también un protector solar para el cuero cabelludo.
La crema básica para cualquier deportista debe ser resistente al agua. Independientemente de si practicas deportes acuáticos o no, este factor de resistencia es básico hoy en día, pero no es lo mismo water proof que water resistant: la duración de las primeras suele ser superior, 80 minutos frente a 40.
Además, si tu deporte es acuático, deberás asegurarte de que la crema que elijas puede aplicarse sobre la piel mojada. Es una de las grandes novedades que han incluido los laboratorios en los últimos años pensando especialmente en los niños… ¡Pero todos los deportistas llevamos un niño dentro!
Por último… ¡No olvides las orejas y la nuca! A menudo se nos pasa aplicar la crema también en estas zonas… Hasta que volvemos a casa con el cuello rojo y las orejas ardiendo. Tampoco debemos olvidar los labios, una zona sensible en la que pueden aparecer herpes por una excesiva exposición solar sin protección. Cuidado: no sirve cualquier cacao. Tendrás que buscar uno que incluya SPF para asegurarte de que estás protegido.